sábado, 10 de abril de 2010

Retirada deportiva y habilidades psicológicas de atletas iraníes de elite


Para la realización de esta práctica se precisó sacar dos publicaciones de gran importancia en el ámbito de la psicología del deporte para posteriormente hacer un breve resumen y análisis sobre éstas. La primera publicación es de carácter nacional, es la Revista de Psicología del Deporte, de la universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se presenta el resumen del International Journal of Sport Psicology, publicación internacional presentada en inglés. A continuación se presentan los resúmenes de ambos artículos.

Después del deporte, ¿qué? Análisis psicológico de la retirada deportiva
El deporte constituye actualmente un fenómeno social de gran relevancia y trascendencia. Se ha convertido en una profesión generalmente bien recompensada tanto con dinero como con fama pero tiene el inconveniente de tener un fin relativamente pronto en comparación con otras profesiones. Una vez que el éxito deportivo desaparece, los atletas suelen ser olvidados. Se han hecho diversos estudios al respecto y se ha observado que la retirada deportiva se plantea como una situación que implica un trauma o un alivio y no tanto como el inicio de un proceso de transición que cada individuo percibe y al que se adapta de forma diferente.
Wylleman y Lavalle han propuesto un modelo con cuatro niveles paralelos con sus respectivas etapas y transiciones entre ellas, por las que el deportista va pasando a lo largo de la vida. Éstas son: deportiva, psicológica, psicosocial y académica-vocacional.
Todos los atletas son conscientes de que la retirada llegará pero pocos son los que están preparados para ello. Los motivos que llevan a un atleta a la retirada son diversos, destacando la edad, el proceso de selección en el deporte, las lesiones, la decisión propia, inadecuado apoyo económico por parte del club o federación, dedicación excesiva para alcanzar el máximo nivel, falta de motivación, compromisos con estudios y/o trabajo, política deportiva y disminución del rendimiento, de los ingresos económicos o incluso de la diversión. En base a esto se ha intentado clasificar las causas en tres categorías: voluntaria-involuntaria, planificada-no planificada y deportiva-no deportiva.
Entre los aspectos que dificultan el proceso de adaptación encontramos la identidad unidimensional, en la que el deportista, al haber recibido su reconocimiento y valoración a través de sus éxitos en el deporte, pierde la identidad al perder su lugar en el deporte. Por otro lado, la planificación es un aspecto que puede facilitar el proceso de adaptación. La adaptación dependerá de los recursos disponibles con los que cuenta el deportista.
La falta de preparación o anticipación a la vida después de la práctica deportiva es uno de los factores principales en la adaptación a la retirada. Algunos deportistas, especialmente, los que no han continuado con los estudios y han podido dedicarse profesionalmente al deporte durante su fase de madurez deportiva, sienten que tienen una falta de preparación muy importante para incorporarse al mercado laboral después de la práctica deportiva. Por otro lado, cabe resaltar que la utilización de las estrategias y habilidades adquiridas en la práctica deportiva, tales como el trabajo en equipo o la capacidad de esfuerzo, son de enorme utilidad en otras áreas profesionales.
Como conclusión, en el momento de la retirada deportiva es normal experimentar sentimientos de pérdida o de incertidumbre. No hay solución inmediata a este proceso. Implicarse en nuevos proyectos es un aspecto clave para una adaptación positiva a la retirada deportiva. La mente, así como el tiempo físico, deben ocuparse en nuevos horarios, nuevas ilusiones y metas futuras.

Mental skill profiles and expertise levels of elite iranian athletes
Este estudio se realizó con el propósito de determinar si existían diferencias notables en los resultados de las escalas OMSAT-3 (Ottawa mental skills assesment tool) en deportistas iraníes con diferentes niveles deportivos. Este estudio se había realizado con anterioridad en Canadá (usando el OMSAT-3 por primera vez) con 335 atletas canadienses, clasificados en dos categorías: los de nivel nacional y los de nivel internacional.
El OMSAT-3 tiene 12 escalas agrupadas en tres categorías principales: fundación (con las sub-categorías de establecimiento de metas, nivel de compromiso y autoconfianza), psicosomática (con sub-categorías de reacciones al estrés, miedo, relajación y activación) y las habilidades cognitivas (concentración, reconcentración, imaginación, práctica mental y planificación de la competición).
Para este estudio, se repitió el protocolo para usarlo con 214 deportistas iraníes de nivel internacional (177 hombres y 37 mujeres), de 15 deportes diferentes. Esta prueba se les hizo a 6 meses de los Juegos Asiáticos para comparar los resultados entre los clasificados a los juegos y los no clasificados, así como después de dichos juegos, para comparar las principales diferencias entre las capacidades psicológicas de los deportistas destacados en dicha competición (medallistas) con los que no consiguieron estar en el pódium.
Los resultados entre los atletas clasificados para los juegos Asiáticos y los no-clasificados revelaron que en general las habilidades psicológicas de los atletas seleccionados eran superiores a las de los no seleccionados. Se llegó a la conclusión que las habilidades de relajación y de reconcentración eran las que distinguían a los atletas clasificados con los no clasificados ya que hubo diferencias constantes apreciables en estos aspectos.
Por otro lado, la comparación entre los medallistas y los no medallistas revelaron una diferencia en cuanto a la habilidad del control de estrés únicamente, tanto en hombres como en mujeres.
Con los resultados demostrados, se concluyó que los deportistas iraníes calificados a los juegos asiáticos tenían puntuaciones considerablemente mayores en la escala OMSAT-3 a los no clasificados, con diferencias principalmente en la capacidad de reenfoque y con las reacciones por estrés. Por otro lado, los medallistas y los no medallistas presentaron una diferencia únicamente en la escala de control del estrés. Esto demuestra la hipótesis de que existe una relación entre las capacidades psicológicas de los atletas y su nivel y resultados deportivos. Así mismo, los resultados concuerdan con los obtenidos con deportistas canadienses en el estudio anterior.



Referencias:
• González M.D. y Bedoya J. (2008). Revista de psicología del deporte. Después del deporte, ¿qué? Análisis psicológico de la retirada deportiva, 17(1), 61-69.
• Salmela J., et al. (2009). International journal of sport psycology. Mental skill profiles and expertise levels of elite Iranian athletes, 40(3), 361-373.

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